¡No pasa nada...! Es Baby, la cerdita vietnamita. En mi vida he visto una criatura más escandalosa: ¡vaya gritos al llegar!
La cerdita ha estado mucho tiempo solita. Y no está acostumbrada a los humanoides. Hemos tenido que preparar un recibimiento cuidadoso: yo dentro del corral, hablándole y cantando. La primera melodía que me ha venido a la cabeza ha sido una de la película La fiera de mi niña: todo te lo puedo dar menos el amor, baby...
Y aunque al principio las cabras, capitaneadas por Peque, se han puesto tensas, luego todo se ha relajado: Baby, que había llegado con la colita entre las patas traseras, con un gran susto, ya la mueve, contenta de ver que ya no está solita y tiene nuevos amigos...
¡Bien! Ahora hay que procurar que no salga del corral -porque corre que se las pela- hasta que no esté acostumbrada al lugar. Dicen que estos animales son cariñosos y sociables. Iremos contando la experiencia.
4 comentarios:
Que graciosa es!! Y las cabras con las cabecillas tiesas mirandola,estaba abandonada?
No, estaba en un buen sitio, pero solita. Aquí estará más divertida. De momento, hoy ya empieza a mirarnos y a hacer sonido muy interesantes: tiene todo un lenguaje por explorar.
jajjajajajajaja .....veamos....no estaras pretendiendo aprender el idioma cerdo en version vietnamita ??por que ya seria mucho...jejejejej
Pues me ha sorprendido la cantidad de registros sonoros que tiene. Voy a ver si puedo aprender a comunicarme con ella en su idioma.
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