El Lunes de Pascua es tradición en Catalònia regalar un pastel a los ahijados. Antañamente, el pastelillo era un rosco con huevos duros que lo adornaban, dado que por estas fechas las gallinas hacían puestas abundantes después del invierno y era un producto excedente. Pues nada, a colesterolar a los niños. El pastelillo se llama mona de Pascua. Hoy en día, los pastelillos ya son, como no podía ser de otra manera, elaborados artificios de pastelería que cuestan un ojo de la cara y parte de un cojoncillo. Especialmente deben estar adornadas con motivos televisivos tales como gritonas esponjas marinas o con jugadores de fútbol famosos.
Es tradición también ir a comer la mona al campo. Se trata, para los pobres niños de Urbanilandia, de uno de los dos días, además de cuando el colegio los lleva a ver el zoo, en que les da el sol más de cinco minutos seguidos.
En La Sisquella hemos hecho una mona de Pascua de lo más propia: huevos, azúcar, harina, levadura, aceite y manzana troceada. Motivos ornamentales: un huevo muy gordo y plumas de las gallinas. Están desinfectadas con alcohol antes de clavarlas, no fuera el caso de que pilláramos una salmonelosis. Ah, y ramitas de olivo. Autóctono: el sabor de lo auténtico...
7 comentarios:
Destroyer...como siempre...
Me encanta.
Vive Dios, afirmo.
¿Te gustó la mona?
Para chuparse los dedos. ¡Bravo!
autenticamente genuina....como deberia ser......lo de aqui en Urbanilandia debe ser otra cosa..........Consumona de pascua ¿?¿ jejeje saludos
¡jua jua! Consumona...¡buenísimo!
Yo me la pido con el careto de Messi...por Dios...
...doncs, té molt bona pinta aquesta mona. Us n'ha quedat...?? ja,ja,ja,ja,...!!
Apa, salutacions i que tingueu bona setmana, que comença en dimarts..!!
Ha quedat un trosset per avui de postres...bona setmana¡¡¡
Publicar un comentario