Cleo la conejita ya campa a sus anchas por la casita de madera. Por supuesto, no podía ser de otra manera: eso de estar en una jaula a todas horas no es buena cosa. Aunque a ella le gusta tumbarse sobre la paja y se estira todo lo larga que es... Hemos tenido que intervenir en dos cosas: tenía las uñas demasiado largas por falta de ejercicio, así que las hemos tenido que cortar con unas tenazas. Es sencillo, simplemente hay que coger la uña entre los dedos firmemente para que el dedito no se tuerza y cortar sin llegar nunca a la zona rosada que indica la zona viva de la uña, donde están los vasos sanguíneos. Clac clac, y listo.
También estamos curando unas heridas en las patas traseras debido a que se apoyaba demasiado, de nuevo por falta de actividad. Estamos aplicando ungüento de caléndula, con excelente resultado.
Y finalmente, hay que cambiar y airear cada día su camita de paja. Los desechos, al huerto, porque el estiércol de conejo es el mejor abono del mundo.
4 comentarios:
Gracias por cuidar de Cleo.
Es el mejor sitio donde podía ir a parar
Saludos, Marga.
Detecto aquí cierta intervención "mágica" de nuestros amigos...
De verdad que está como una reina. Ya se ha hecho amiga de Boli el caniche. Se dan besitos...
Ya tiene las heridas de las patitas curadas. Ahora está comiendo lechuga.
Un saludo muy grande.
Maria una coneja preciosa. Pero cuidado con dejar la sueta mucho tiempo come la madera no es que se vaya a comer la casa sino que ara algun pequeño desperfecto. Para que no le crezcan demasiado los dientes y le ocasionaria problemas, ponle un trozo de rama de olivo, de unos 2 cms, así desgasta los dientes.
Sí, ya le hemos puesto unas ramitas de olivo y le gustan. Cuando está suelta estamos con ella, sola no la dejamos porque se podria comer algo inconveniente. Está muy contenta.
Publicar un comentario