Qué pereza tener que quemar la montaña de ramas de olivo...nada, que nos vamos a dedicar a recortar las ramillas más finas, y con esto haremos un acolchado para el jardín. Y las ramas de más diámetro, para quemar en las estufas. La verdad es que el trabajito se las trae: aunque se usen guantes, a mí el dedo pulgar de la mano derecha me queda como un rábano. Pero como hace un buen solete, me gusta estar así, trabajando a la antigua usanza. Me sirve también para tener un rato cerca a mi maridín, que se mueve más que una peonza y para que se esté un ratico quieto a mi lado hablando tengo que anestesiarlo. A veces tengo que obligarlo con palabras ladinas: mira que me iré con un tipo que tiene un chalet en la Cerdaña y un Tiguan y me hace caso...entonces se queda 5 minutos a mi lado, hasta que se le ocurre que tiene que hacer una cosa muy urgente...en fin. Hombres. Es broma, pobretico: mira cómo se rie cuando le leo esto.
La cuestión: que el gasoil está en máximos históricos y no se puede ir derramando para quemar ramajes. A mano manita tocan, y a aprovechar el mulching.
3 comentarios:
El chalet lo tengo, el Tiguan no. ¿Hacen unas manillas...de póker?
Vamos a matizar: el chalet te lo gané en la última partida, creo recordar que está puesto en algún lugar de este blog. Que no haya ejecutado el cambio de nombre no me exime de ser propietaria.
El Tiguan es condición sine qua non.
Oye, que quede claro que esto es broma, a ver si Jaime se va a enfadar...
No se enfada, mujer, se ríe. Que nos conocemos todos.
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