Maya y Gaya están ya en edad de estudiar, y se han decidido por un oficio: la fontanería. Aquí las tenéis, haciendo prácticas montando un empalme en un sistema de riego. Tan pequeñitas y tan mañosas...
Ojalá fuera así. Porque la verdad, es que viven como reinonas, todas estas criaturas. Hoy nos las mirábamos: realmente, no dan un palo al agua...nadie, sólo nosotros, los humanoides...
Es que somos tontos de verdad...
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