sábado, 31 de diciembre de 2011

MANTENIMIENTO DEL HORNO DE LEÑA

En estos días invernales ya no da mandra encender el horno de leña. En verano es más...pesado...hay que esperar al ocaso, para no achicharrarte con el solete y con el calor de la criatura...que vaya si calienta.

Aquí está a toda máquina, para hacer pan. Hay que esperar que se hagan brasas, claro. Me falta encontrar el punto en que no se abrasen las cosas: en esto -como en casi todo- mi hombre tiene más pericia que yo. He descubierto que es a causa de mi falta de paciencia: soy demasiado nerviosa, no tengo espera...

Estos hornos necesitan mantenimiento. Por ejemplo, éste, después de tantas sesiones de calentura, ha sido rebozado esta mañana nuevamente con argamasa. Así se mantiene vital, en buen estado y listo para seguir calentando -no quemando- panes...

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