Los amigos de Verde y Cordial han tenido un disgusto en su gallinero.
Y de Adry no hay noticias desde hace meses, después de tener un accidente que provocó la muerte de muchos de los animales de su granja. He intentado contactar con él, pero no es posible.
A raíz de esto, me ha venido a la mente hacer una reflexión sobre la tenencia de animales.
Es normal que a la gente que no vamos a ningún evento, fiesta, celebración familiar y otros actos sociales con asiduidad se nos llame raros. Pero...
Llevamos ya muchos años de experiencia con animales. Y os aseguro que lo que no pasa nunca, pasa justo cuando tú no estás. Y una situación que puede ser sencilla de solucionar en el momento en que pasa, se transforma en una desgracia si no estamos allí para intervenir.
Es muy, muy sacrificado estar por ellos 24 horas al día durante 365 días al año. Pero es que, cuando tú no estás...las piedras ven, los árboles oyen, y entonces es cuando los depredadores aparecen...precisamente porque no estás. En nuestro caso, en medio de este entorno natural precioso, tenemos rondando águilas, zorros, perros...y todos ellos saben de nuestros movimientos, de nuestras costumbres...
Sólo imaginar que en nuestra ausencia nuestros animales nos necesiten y nosotros no estemos me eriza la piel. Llamadme tonta. Pues vale. Pero yo soy así. La rarita Robin d´Ebre y sus animalitos parlantes. Sin ir más lejos, esta mañana, mientras pasturábamos, cuatro impresionantes águilas nos sobrevolaban, planeando por encima del monte del Éxtasis. Troya y Kira se las han quedado mirando...hemos podido fotografiar una, con el zoom del móvil. Son espectaculares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario