Pues no. Los tomatitos de la foto son regalados. A esta hora, ya están en forma de deliciosa conserva de tomate frito.
Entre ellos hay unos alargados, que son de los mejorcitos para guardar en conserva. De éstos no tenía yo semilla, y ahora, más contenta que un gíngol, voy a seleccionar también esta variedad. Preguntaré cómo se llaman, pero como casi nadie me dice nunca las cosas por su nombre, pienso que le pondré el que considere más adecuado a su ser: a estos los voy a llamar de tetilla colgandera.
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