Bueno, pues como los tomates de colgar han resultado un fiasco, se los hemos dado a las gallinas. Ellas han dado buena cuenta de esa especie de momias solanáceas.
Pero su lugar ha sido ocupado por nuevos vegetales susceptibles de secado: nuestras hojas de tabaco penden de una cuerdecilla, aireadas y con el calorcillo de la estufa. Cuelgan del peciolo, cabeza abajo. Ya tenemos una caja llena de tabaco, que por lo menos, por lo menos, será para unos dos años. Qué bien...nada de comprar tabaquillo. Otro reto conseguido.
2 comentarios:
Que mejor que los cubanos para hablarnos del tabaco.
http://www.guerrillero.cu/tabaco/index.php?option=com_content&task=view&id=66&Itemid=37
Gracias, interesantísimo...
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