jueves, 8 de marzo de 2012

AL RESCATE DE LOS ALMENDROS (I)

Dorisalon exclamaba el otro día en la entrada sobre la penosidad de los almendros: Pobres...¡¡¡¡¡
Pues no sufras, amiga, porque la patrulla anti-trans se ha encargado de poner en marcha el plan de saneamiento y espabilamiento almendreril. Primer paso: cortar las ramas muertas. Hay que ir de todas maneras con cuidado: porque a veces no lo están, sino que una parte del árbol va más adelantado en el desarrollo que la otra. Por ejemplo, puede ser que en las ramas secas no se vean flores de lejos, pero sin embargo tienen brotes foliares. En nuestro árbol del ahorcado, hay dos ramas a cortar: aquí Josep, que no tenía ganas de poner en marcha la motosierra, opta por el serrucho: fuerte mi niño él.

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