No tiene perdón de Dios que hasta ahora, tanto tiempo después de triscar estos montes, no os haya presentado a la omnipresente aulaga, la
argelaga, la horrible planta pinchosa que el primer verano me hizo llorar cuando intenté meterme en el bosque de la Punta de la Faba y me pinchó las piernas hasta hacerme sangrar...
Genista scorpius. El nombrecito se las trae: ya lo dice todo.
Está empezando a florecer: esto resiste carros y carretas, en verdad. Lo mejor de todo es que a las cabras les encanta comerse los brotes floridos...están locas...yo no sé cómo pueden tragarse esto sin hacerse daño: fakires son.
Mirad la punta hiriente que sale en primer plano: chassss...
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