viernes, 23 de marzo de 2012

LOS JUEGOS DE CLEO

Todas las tardes, Cleo sale a jugar por la casita de madera. Fuera no la podemos dejar, porque el otro día salió y nos dió un buen susto: se metió en el bosque, se hizo daño en el morro, un rasguño, con sangre y todo. Luego se quedó un rato con los ojitos cerrados y jadeando. Así que a jugar por la casa de madera. Y a tomar el sol, que cuando le da a través de las ventanas, le gusta tanto que se queda estirada en el suelo, y da vueltas sobre sí misma, como rebozándose. De todas maneras hay que vigilar: roe los diarios, las tablillas de madera e intenta hacer lo mismo con los cables eléctricos. No se puede dejar sin vigilancia.

Lo más divertido es cuando juega al escondite con los perros. Boli y Troya son sus mejores amigos: le chupan las orejas y el morro. Se esconde Cleo de tanto amor pasteloso: debajo de la jaula de los pájaros y debajo de la cama. Y cuando menos lo esperas...¡zas!, aparece corriendo. Nos despista a todos. Y al cabo de un ratito, se mete en su jaula, y a dormir.

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