Para crecer, estas criaturas necesitan tierras ricas en nitrógeno. Nada que ver con nuestra tierra marciana.
Sin embargo...como trajimos tierra de nuestra otra casa...pues trajimos también semillas de ortigas con ella. Se veían intentando germinar en los semilleros. Sin embargo, durante las dos primeras temporadas de huerta, no creció ni una sola ortiga entre las plantas. No había suficiente nitrógeno en el suelo...tierra marciana, en efecto.
Muchachitos de Sherwood, tengo el gusto y el honor de presentaros a la señora Urtica dioica, marcadora de primera línea de las tierras nitrogenadas. ¡¡Al fin, en la tierra de nuestro huerto!! ¡¡A ortigarse!!
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