Me gusta el color dorado, brillante. Y el tamaño medianito. Estas me sugieren que deben ser muy adecuadas para ser preparadas al caliu, envueltas en papel de aluminio y puestas a cocer entre las brasas de un buen fuego: como no son demasiado grandes, no tardarán en cocerse.
Tienen aspecto de niñas presumidas: tan lisitas, casi sin rugosidades en la piel. Uy, qué señoritas...
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