Yuyu. No vale la pena, porque, al menos en mi caso, no han germinado. Al escarbar la zona donde los planté, han aparecido más secos que la mojama.
Estos de la foto son los ajos gigantes, que ya tienen este aspecto contentillo. Crecen con alegría. También plantamos aquellos de Transilvania, sí, los de nuestros amigos. Más modestos, pero de un vistoso color malva y rabiosillos, que untados en pan se hacen notar.
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