
Pues el dulce de membrillo sí que me sale bien, porque ya hace años que lo hago. Y es muy fácil: se cogen los membrillos y se pelan. Cuesta un poco, porque son adustos. Luego se trocea su carne, y se pesa. Debe añadirse la misma cantidad de azúcar en peso que el peso de la pulpa de membrillo que hemos obtenido. Y a la cazuela que va todo.
Hay personas que añaden algo de agua, pero yo he comprobado que no es necesario en nuestro caso, pues si se añade el líquido elemento, el dulce queda demasiado acuoso. Es cuestión de cocer, hasta que el membrillo adquiere este color dorado. Se retira la cazuela del fuego, se deja enfriar, y se tritura con una herramienta adecuada. La pasta obtenida se coloca en un molde para darle forma, y listo.
7 comentarios:
Hola! Mmmm que rico!! Y en esa estufita... No los peles, es untrabajazo y no hace falta, yo no los he pelado nunca, te espesara antes porque en la piel es donde mas pectina tienen pero queda igual de textura y sabor. Yo le pongo la mitad de azúcar que de pulpa, no me gusta tan dulce.
Pues gracias Robin,por la receta, me pongo a ello. Un abrazo
De nada. A disfrutar con las recetillas.
Yo nunca he probado a hacerlos sin pelar...¿no se queda luego como con tropezones?
No, lo pasas todo por el chino O la batidora y queda igual. Yo nunca los pelo, es un trabajazo, los limpio bien de la pelusilla que tienen y ya esta.
-desde mi iPhone-
Bueno, yo se lo encargo a Josep. Es el pelador oficial del reino.
He hecho el membrillo y me ha quedado perfecto, pelarlo me ha costado muchísimo... La próxima vez lo hago con piel, tal como dice Verónica. Un abrazo
Venga pues, a comer membrillo, que endulza la vida y alegra los sentidos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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