Sí muchachitos de Sherwood. Ayer por la tarde me dí cuenta de una realidad incontrovertible: puesto que soy una personita con ingresos inferiores a 600 euros al mes, soy oficialmente pobre.
Pobre...
Dios mío. Os reconozco que acongoja un poquito verse cara a cara con los hechos. Pobre...
Me voy al lavabo y me miro al espejo. Eres pobre, Robin. Veo mi aspecto: mi melena suelta, mi cara sin maquillaje ninguno, algo más arrugada la piel de los pómulos...por un momento, una lágrima pugna por salir. Pero no; no lo conseguirán. Porque pobre materialmente seré, pero mi alma no lo es, y os juro por lo más sagrado que nadie a quien yo pueda ayudar se quedará tirado.
-Oy hija, pues empiezas bien el día...
-Calla Xènius, que hoy la cosa se presenta animadilla. Ya verás...
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