Después de un verano totalmente estéril en cuanto a la presencia de abejas, ¡sorpresa! nuestras queridas amigas aladas han regresado a libar los néctares de nuestras flores. ¡Qué bien! Las revitalizadas calabaceras, las flores de las judías...son nuevamente visitadas. A las abejillas se las ve con sus patitas traseras cargadas con las bolsas de polen.
Bueno...una alegría más.
Las que no desaparecen ni que les pagues un vermut son las moscas. Y ya que no podemos vencerlas por métodos químicos...las neutralizaremos con medios mecánicos. Ya veréis qué bonito ha quedado nuestro tálamo nupcial...
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