Se nota que llega la Pascua, y como manda la tradición, los huevos abundan. La puesta ha vuelto a ser lo que era, y algunos ejemplares son realmente hermosos, como éste que ha puesto una de las gallinas del Prat. Podría ser de dos yemas; y si es de una, será un yemón.
Remarcamos que, eso sí, les hemos ampliado la dieta con grano. Les resulta muy apetecible, y complementa lo que comen por sus propios medios: hierba, pequeños insectos y toda clase de cosas que les resultan agradables y que van encontrando en sus campeos. Éste me lo como yo hoy.
2 comentarios:
Jo pero que huevo.
¡Y lo buenos que están! Por dentro están amarillos-naranja, y con un sabor...crudos y todo se pueden comer, como hacía mi abuela, que les hacía un agujerillo en la punta y se los bebía.
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