sábado, 16 de julio de 2011

CONFESION ALQUIMICA

Hace unos días os dije que habían venido unos motoristas y les habíamos obsequiado con un chupito de hierbas ibicencas. Bien...soy una persona que no soporta mentir. En realidad no eran ibicencas...era el elixir del dragón rojo de La Sisquella. Mi marido ya lo había probado antes, por si era tóxico o producía algún tipo de choque anafiláctico. Y no, no le pasó nada.

Pero el Doctor Moreau necesitaba algún experimento más antes de confirmar su uso. Y...

Bueno, podemos estar tranquilos. Los motoristas han vuelto a pasar por el camino, y nos han saludado, de manera que se puede concluir que están vivos y el producto no es tóxico.

Bienvenido, pues, el elixir del dragón rojo de La Sisquella.

Es broma, ya sabíamos que no era tóxico, hombres y mujeres de poca fe...esto es para que sepáis que ya tenemos nuestro licor de hierbas autóctono.

2 comentarios:

Eulàlia dijo...

jajjajajajajajjajajaj y si no eran ellos¿?¿ y si era su reencarnacion que volvia para vengarse ¿?¿ jajajjajajaja ahora entiendo eso de que no hay que comer ni beber nada de desconocidos ....jijijijij si decides comercializarlo ya hablaremos....ummmm...con el plus de aroma y sabor de las hierbas de la Sisquella seguro es delicioso! Besos!!

Robin dijo...

Está fuertísimo. Yo creo que fue esto lo que propició la visión de la Roca de Sión. Aunque...no, porque yo no bebí y también oí la voz..."construid un santuario...sobre esta roca edificaré mi Iglesia..."