viernes, 29 de octubre de 2010

CURAR ANIMALES: CONVULSIONES


Tenemos un caniche muy nervioso, Boli. Cuando hay algo que lo altera, como un conato de pelea con otro perro, un susto, le dan convulsiones. Pues hace un ratito, mientras estábamos paseando con las cabras, Troya le ha pasado por encima de manera inesperada: al momento le ha dado un ataque.
Estos ataques son muy aparatosos. Se produce una gran salivación, la mirada se queda perdida, las extremidades se quedan rígidas y empiezan los temblores. Es como un ataque de epilepsia.
Si el animal está solo, pueden producirse graves accidentes: empiezan a correr desorientados, y se golpean en la cabeza con lo que encuentran por delante. La manera de actuar por nuestra parte es la siguiente: en cuanto se ve que el ataque es inminente, lo que se detecta por la mirada perdida del animal y por un estado rígido, hay que ponerse a su lado y hacerlo sentarse. Hay que acariciar y tranquilizar al animal con palabras suaves, relajándolo (aunque por dentro tú estés de los nervios). Cuando viene la salivación y la rigidez, no hay que asustarse, y veremos cómo poco a poco el ataque remite. En nuestro caso, hacía dos años que no le pasaba. El de hoy, al actuar rápido, sólo ha durado dos minutos. Después, hay que mantener al animal tranquilo y en reposo un ratito, porque se quedan desorientados unos minutos, hasta que él mismo nos indica que ya se ha recuperado. El agradecimiento del animal una vez acabado el episodio por habernos ocupado de él es nuestra mejor gratificación.

1 comentario:

adry dijo...

Este tema esta muy bien, nos ayudara a solucinar muchos problemas si algun dia pasa