Tarde es, pero me apetece escribir esta noche. Y la cuestión es que a veces las cosas parece que se manifiestan de una manera que no da la impresión de que obedezcan al azar. Bien, no pasaré ahora a creer en destinos marcados: como mucho, al azar dirigido.
Me duele un poco la cabeza porque he estado pensando en cómo demonios introducir en las ecuaciones de Einstein la siguiente modificación: la velocidad de la luz en forma de variable dependiente de la masa de un cuerpo, o de la distancia, o de algo que la haga dependiente del observador.
Imposible para mi cabecita de corcho, claro. Pero no está mal especular con tal posibilidad.
Y además, aunque resulte algo escandaloso, tanto valorar variables, tanto leer a Terenci Moix y sus maravillosas historias egipcias y tanto visitar un blog erótico que me han recomendado (que linkaré previo permiso de la propietaria) tanta variabilidad, digo, me está llevando a valorar otro tipo de variables.
¿Por qué no tener un harén de hombres? Mientras a Cleopatra la tachaban de putón verbenero por tener relaciones carnales con César primero y con Marco Antonio después, a ellos no, claro, ellos eran unos santos varones a los que Octavia y Fulvia les importaban un bledo...
Con un par, Cleopatra.
Esas noches de Alejandría...esas fiestas báquicas...ay Señor...
La otra tarde me atreví a sugerir tal idea en público. Risas, claro. Pero cielo santo, qué grandes aquellos gloriosos tiempos...si pudiéramos viajar en el tiempo y volver atrás...vamos, neutrinos, hacedme un favor esta noche y llevadme a las perfumadas noches de Alejandría...
(Diablillo rojo):
-Está muy mal la pobre, yo creo que va a enloquecer...
(Príncipe de las Tinieblas):
-No lo creas, pequeño súcubo...ahora empieza a ver la verdad oculta. Cosas de la relatividad.
4 comentarios:
Robín , esta noche debe ser que somos muchos los que estamos en alineación con los planetas porque la cosa se presenta llena de grandes energías. Pues mi apoyo a tu idea, las mujeres deberiamos también hacer como en tiempos del pasado, un " harén " para evitar la monotonía .....eso por decir algo . Pobre de los que aún creen que solo el César y todos los colegas de su época eran los que comían uvas y las pueden seguir comiendo . Hoy no solo se comen las uvas en fin de año, como están envasadas .....se pueden comer durante todo el año , ja aja ¿ tú que crees ? Ese diablillo rojo te tiene con pistola en mano , cuidadín porque a veces no siempre sale la jugada con todos los reyes a la vira !!!!!!!! ((( reir es una terapia y de vez en cuando viene de maravilla y encima es gratis :) :) :) saludos
Querida Candela, un día te explicaré mi idea sobre comer uvas.
Yo tenía que haber nacido hace 2.500 años. Estaba la cosa más factible.
Bueno,aunque una cosa te diré...si sólo nos limitamos a ver la apariencia...todo el mundo es santito.
Como rasquemos un poquito...no te digo ná...lo que se cuece en las cocinas, Candela...¡las calderas de Pedro Botero, gestionadas por el diablillo rojo!
No Existió tal Edad de Oro. Al parecer vivimos en la época menos violenta de la historia. (?) Tanto miedo tanta inseguridad, tanta desazón. Imaginad el sufrimiento de nuestros antepasados más lejanos únicamente para poder comer o para mantenerse con vida en un mundo inhóspito
Oye, pásame la dirección de ese blog.(A mi correo privado si lo ves pertinente) Soy levemente erotómano y disfruto como nunca de las maravillas de la "humanidad desnuda"
¿Y tú, amante de los griegos, me dices que tal Edad de Oro no existió...? Ni Alejandría, ni Creta, ni Knosos...¿nada?
Bien, para tu solaz y esparcimiento te enviaré privadamente la dirección del blog erótico. Te diré que la niña es una delicia, y además de una elegancia de satén. Aunque hay una advertencia de Google al principio sobre el contenido, te digo que todo lo que he visto y leído hasta el momento me ha parecido de una delicadeza exquisita.
Esta noche te lo paso, cuando me conecte al grupo electrógeno.
Una cosa: eres el agricultor del siglo XXI, ¿no? que con tanto nick me tenéis loca. A ver si se lo voy a enviar a alguien que luego me dirá "oye nena, de qué vas..."
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