domingo, 6 de marzo de 2011

CARNE, CARNAL, CARNERO, CARNAVAL

Esta fiesta de Carnaval lo siento mucho, pero no está bien puesta. Al menos aquí, en el hemisferio Norte. Porque una fiesta en la que la máxima ilusión de las personas es ir medio en pelotas y al asalto del sexo, con el frío que hace...algo falla. O se ha desvirtuado el significado inicial de la celebración, o la cosa no iba exactamente por ahí...Porque, a ver: esta fiesta es el goce de la carne, del desenfreno...pero ¿os habéis dado cuenta de que los niños concebidos en estas fechas nacerían...en el mes de noviembre, con un frío que pela? Obviamente, para la especie humana, el mejor tiempo para la concepción de churumbeles es el mes de junio, es decir, allí por el tiempo de San Juan, del solsticio de verano, de los fuegos de Beltane...entonces los tiernos retoños nacerán en marzo, ya con el clima más templadito y acogedor, presto a pólenes, varicelas y otros virus infantiles, frente a los cuales las criaturas se inmunizarán con rapidez.
Para mí que esta fiesta, antiguamente, debía celebrar la fertilidad, pero relacionada con el ganado. Porque voy leyendo los blogs amigos y los foros granjeriles, y en esta época los nacimientos proliferan.
He oído esta mañana que en cierto pueblo de Aragón (no he podido oir en cual) esta fiesta se celebra con un hombre disfrazado de macho cabrío, con pieles y cornamenta incluída. Por ahí ya vamos por el buen camino...
Pienso que en verdad esta fiesta lo que celebra es la fertilidad de los animales. Lo que pasa que los humanoides, prestos siempre a la lujuria y desenfreno, deciden celebrar equivocadamente la promiscuidad de nuestra especie. Que luego los niños nacen en mala época...contención, amigos...Parezco el obispo.

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