Ayer estábamos tan tranquilos cuando, de repente, Onga empezó a mirar al cielo y a balar: miramos y ¡un águila a unos 50 metros sobre nuestras cabezas! Rápidamente cogí en brazos a la princesita del almendro (la Yorkshire) y llamamos a los gemelos Cástor y Póllux, porque aunque tal vez sólo venía de visita, igual el águila tenía otras intenciones, y no era el caso de que se llevara en volandas a alguna de estas criaturas. Las cabras se la quedaron mirando por si se acercaba más de la cuenta con cara de pocos amigos. Hicimos una foto mientras se alejaba, pero se ve muy mal y no vale la pena ponerla. Creemos que es un águila perdicera o cuabarrada; vienen del Montsant, que aunque para nosotros es un palizón en coche por carreteras de muchas curvas, para ellas son 5 minutos de vuelo en línea recta.
Suerte que Onga la vió y nos avisó...
2 comentarios:
la princesa y yo le hemos regalado a pare un curso de cetreria, hace tiempo que tiene interes por el tema, y como a donde vamos es tierra de rapaces, habrá que aprender.
Esta mañana nos ha sobrevolado la pareja. Son enormes...la lástima es que cuando las quieres fotografiar, enseguida se van más alto, y en la foto sólo se ve una silueta lejana. En verano vimos una posada en un risco cercano, pero con el zoom no quedaba bien la foto. Es difícil la observación y la fotografía de aves.
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