jueves, 24 de marzo de 2011

MAMONCETES CON SUERTE


Los hay con suerte. Que se lo digan a Cástor y Póllux, que cuando vamos de excursión, llevan el avituallamiento asegurado. En cuanto hay una mínima parada para decidir el camino a seguir (¿derecha o izquierda?), rápidamente se dirigen hacia su madre, para reponer fuerzas. Chivita, a veces, está preparada para saciar el hambre de los dos mamoncios, pero otras veces, como en este caso, la pillan por sorpresa, y les tiene que decir ¡chicos, la teta aún no está llena!. Y aquí está, haciendo una pirueta para deshacerse del acoso de los gemelos tragones.
Otros que se lo pasan bomba son los perros: observad la cara de felicidad de la perra Troya, que campa totalmente a sus anchas sin collar, zonas delimitadas para perros o humanoides intolerantes en varios kilómetros a la redonda.

2 comentarios:

Machingo dijo...

Robin ya se empieza a ver un pequeño rebaño. Despues de tanto susto. Como te comentava en el comentario anterior sin tener que entrar a tu blog e visto que tenias nuevas entradas. Parece que por ayi a parado un poco de llover, aqui sigue lloviendo. Sera estupendo la semana que viene, la hora estara cambiada, y ya los podre sacar a pasturar a las 19 h cuando termine de trabajar, con la hierva que esta saliendo se pondran las botas.
Un saludo.

Robin dijo...

Pues sí, da gusto pasear con todos juntos. Y la verdad, lo del cambio de hora a mí me da igual:¡como no cambio nunca de hora mi reloj del comedor! Me da tanta rabia cuando lo hacen, que no la cambio nunca, y voy siguiendo los ritmos que me marca el tiempo; por ejemplo, hace ya varios días que nos levantamos a las 7 de la mañana, porque el sol ya ha salido y se puede empezar antes a hacer cosas. Ahora volverán a ser las 8 oficialmente. Pero nosotros seguimos el ritmo del sol. Y encima, con nuestro reloj de sol, que no se puede cambiar de hora...ya para ir más perdidos aún...