viernes, 11 de marzo de 2011

LIMPIEZA PRODUCTIVA DEL ENTORNO



No todos los humanoides somos malignos seres deforestadores de montes. Algunos somos buenos, y nos autoabastecemos de combustible a partir de restos vegetales, colaborando así en la regeneración del paisaje. Aquí tenéis un vivo ejemplo: este bonito rincón, con un árbol caído hace tiempo; después de nuestro paso, ha quedado saneado. La leña está ahora en el remolque, y con ella nos calentaremos unos días. Además, cortada a mano, con un xurrac, como los auténticos montañeses.
Una matización: a veces, en estos árboles caídos hace tiempo, se establecen colonias numerosísimas de hormigas. En ese caso, válgame Dios tocarlos: es su casa, así que para ellas es el tronco. Hoy hemos tenido suerte, y esta madera estaba libre de hormigas, así que ¡a serrar!

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