CAMBIOS

El sol empieza a ir más bajo en el horizonte. Ya no quema tanto...las judías tiernas del huerto lo notan, y están hermosas. Es la lengua de fuego piamontesa, que parece que va a cumplir las expectativas.
Las coles de Aurora y Eulalia crecen rápidamente. Son de hoja redondeada.
El atardecer es naranja, mientras el día es azul.
Algunos pájaros están revueltos: se quieren ir. Las golondrinas, los abejarucos...ha pasado una bandada de águilas de norte a sur, exactamente la ruta contraria que hicieron las mismas águilas hace unos meses, cuando las vimos pasar sobre nosotros de sur a norte. Tienen una exactitud matemática, pasan sobre el mismo lugar...
Otros pájaros regresan: durante el tórrido verano, no se veía ningún pajarillo. Ahora, por la mañana, al amanecer, vuelven los cantos dentro del bosque.

De momento, las nubes parece que quieren empezar a desperezarse y despertar de su sueño estival...
Me encanta el otoño. Mi mes favorito, desde siempre, es Octubre. Es mágico... ya falta poco.