Fiestón en la Palma d´Ebre ayer por la noche para celebrar la Diada. La orquesta empieza a calentar motores y voces, mientras los niños van jugando por la plaza; los mayores se mueven de un lado a otro saludando, preparando la cena...los actos son gratuitos, cosa de alabar en los tiempos que corren, y que confirma, una vez más, la prodigalidad del lugar y las gentes que lo habitan.
Hasta que no llega la cena, mi maridín, al que le gusta más hablar que a un crío una pelota, le da la brasa a su compañero de mesa. Y no tiene palique, mi niño...
Mientras tanto, a mí se me plantea el siguiente dilema: beber (vino ) o no beber...he aquí la cuestión. Tengo tres opciones: agua, refresco de limón o vino de la Cooperativa de La Palma d´Ebre. Pues elaboran en este lugar un vino tinto con un color casi negro, hecho con las uvas de esta tierra, que...os diré, para que veáis la calidad de los productos que se crean en este lugar, que el aceite de la Palma d´Ebre ha sigo galardonado como el de mejor calidad de todas estas tierras, y durante dos años consecutivos.
Al final me inclino por el agua y el refresco de limón...que ya tuve bastante la otra noche.
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