Y volviendo al tema de los neumáticos: en buena hora se nos ocurrió limpiar el camino de piedras. Yo creo que esto es una nueva constatación de la plena validez de las leyes de Murphy: camino limpio, ¿no? Pues en dos días, tres ruedas pinchadas. Viva la vida...
La verdad es que esto parece un cementerio de ruedas. Aquí la colección, que la verdad, es que están algo gastadas, pero...hay que apurar al máximo.
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