Si se perdieran de día, también lo oirían. Es el pesao de Peque, que está en celo, y no deja de perseguir a Morita. Está muy rabioso, y se enfrenta con Cástor y Póllux, especialmente con el primero, que es más fortachón y le planta cara.
Cuando están así, llevan a cabo una serie de conductas que podríamos calificar de guarradas: como por ejemplo, ésta que ilustra la foto, y que consiste en sacar la tita telescópica, y orinar sobre su propio morro, para luego levantarlo y con el labio superior izado, proclamar su virilidad.
Se impone la prudencia...y no agacharse de espaldas a él.
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