viernes, 23 de septiembre de 2011

LA BERREA

Si alguien se perdiera por estos montes de madrugada, sin duda hablaría aterrorizado de la presencia del diablo en estos lares...unos gritos guturales, unos sonidos igual que risas diabólicas, llenan el valle, el barranco, las colinas...
Si se perdieran de día, también lo oirían. Es el pesao de Peque, que está en celo, y no deja de perseguir a Morita. Está muy rabioso, y se enfrenta con Cástor y Póllux, especialmente con el primero, que es más fortachón y le planta cara.

Cuando están así, llevan a cabo una serie de conductas que podríamos calificar de guarradas: como por ejemplo, ésta que ilustra la foto, y que consiste en sacar la tita telescópica, y orinar sobre su propio morro, para luego levantarlo y con el labio superior izado, proclamar su virilidad.

Se impone la prudencia...y no agacharse de espaldas a él.

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