viernes, 9 de septiembre de 2011

LAS PIEDRAS DEL CAMINO

Estamos muy atareados arreglando el camino. Resulta que está lleno de pedrolos, y ya estamos cansados de pasar sobre ellos, de manera que ahora, que el sol ya no aprieta tanto, hemos decidido empezar a arreglarlo. Las piedras más grandes las apartamos a mano, y las más pequeñas, con ayuda de un rastrillo, las vamos retirando al borde. Peque mira pero no colabora.
Esto lo hacemos también para llamar la atención de los dioses de la lluvia, porque seguro, seguro, que ahora se darán cuenta de que, si llueve muy fuerte, el agua se podrá llevar más fácilmente la tierra rosa micronizada...para fastidiarnos, mayormente. Pero por lo menos, lloverá. Siempre hay que tener un as en la manga, para que se cumpla aquello de no hay mal que por bien no venga...

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