Estaba yo dentro de casa cuando he oído un ruidito: alguien ha abierto la puerta. Y luego, como unos pasos extraños...¡como de pezuñas!
Peque ha aprendido a abrir la puerta de la casa,tirando con los dientes del pomo. Y como en la entrada está la caja de mandarinas que nos trajo la familia Renasci...pues a ellas que va. Desde que Daniel y Marta les trajeron mandarinas, a Peque le encantan, pero no le gusta que se las des de la mano...quiere escogerlas él mismo de la caja. Lo que pasa que hay que vigilarlo, porque lo que hace es morder unas cuantas, hasta que coge la que quiere, y eso no puede ser: la que toca, es la que tiene que comerse. Por eso cuando abre la puerta hay que ir corriendo, para supervisar al niño caprichoso.
1 comentario:
robín ese tipo de experiencias solo las pueden contar y sentir las que realmente viven la propia realidad. Eres afortunada por poder escribir esta entrada. Me imagino que ya todo el tema de Chivita está casi superado .
hay un refrán que dice " después de la tempestad viene la calma " ....¡ ALEGRÍA ! porque no siempre los refranes o proverbios llegan a dar en la diana.
Dos días con la regla y el cartabón , lápiz , cartón .... mi marido decía ¡ se te va la olla ! pero NO , ya salió el reloj , ahora falta hacerlo real en material resistente pero no pienso comprarle una gorra .... porque las medidas al final pude conseguirlas por un programa y me da justito . Hay infinidad de modelos pero este me resultó más fácil.Abrazoss
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