viernes, 22 de abril de 2011

AMOR IN ETERNUM

Para que veáis que no soy una hereje...

Nunca en mi vida había recibido tantas felicitaciones por mi cumpleaños como durante los días de ayer y esta mañana. Esto me hace abrir el corazón y pensar en voz (en letra) alta sobre el amor.

Estamos en Semana Santa. Yo en estos días, hago un ejercicio espiritual: despojo todo este tiempo del barroquismo propio de la liturgia y me quedo con la esencia del mensaje cristiano; unas de las más bellas palabras que un hombre ha pronunciado jamás: Amáos los unos a los otros como yo os he amado. Y si a esto añadimos el mensaje de San Francisco de Asís, y extendemos el amor a todas las criaturas, grandes y pequeñas, al hermano sol, la hermana luna y el hermano lobo, los pájaros de los trovadores, las amapolas lilas y las peludas, las Zerynthias y las Aristolochias...esto ya es la leche. Así que celebremos el renacer primaveral, la luna llena, la floración exultante de la frígola, el amor de todos los dioses y diosas a sus criaturas, y amémonos, porque el mundo puede ser un paraíso si nos lo proponemos. Ya nos lo dijo alguien hace ahora 2011 años...y renació para vivir en nuestros corazones eternamente. Seamos dignos depositarios del mensaje de vida y de amor, para todos. Puede hacerse. En nuestras manos está hacer del mundo un Edén.

"Como el Padre me amó, yo os he amado; permaneced en mi amor" San Juan, 15, versículo 9.

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