jueves, 28 de abril de 2011

MERMELADA DE NARANJAS AMARGAS(I)



Cuando uno prueba una naranja amarga, piensa que nada bueno puede salir de una fruta tan rabiosa: ¡uag!, qué amargura...pero con algo de trabajo se puede hacer una deliciosa mermelada. Las naranjas, la receta y el ánimo han venido de Ibiza, proporcionadas por el gran Joa, maestro en delicias varias. Nos ha explicado la manera de hacer la mermelada según Gisela Broner.

El primer escollo surge cuando, para exprimir las naranjas, te das cuenta de que no tienes exprimidor: nos lo dejamos en la casa de la urbanización. Como la materia prima no puede esperar más, ya que ha sufrido el retraso en el envío debido a la Semana Santa, y puede estropearse, hay que agudizar el ingenio: afortuadamente, mi formación de Master en Biotecnología me permite salir del apuro; porque había empezado a exprimirlas a mano, apretándolas entre los dedos, pero a la docena ya estaba toda pringada. La solución está en usar la varilla de montar claras como exprimidor. Jamás penséis que vuestros estudios han caído en saco roto: fijáos de lo que ahora me sirven los conocimientos adquiridos durante tantos años, y el dinero del Estado empleado en becarme...

Mientras yo exprimo, mi marido debe recortar la piel blanca de la mitad de las mandarinas y juntarla con lo piñones dentro de una redecilla. Esto se pone a macerar todo un día dentro del zumo obtenido de las naranjas, añadiendo el mismo volumen de agua. Se cortan también tiritas de piel de naranja, que se meten igualmente en la olla de maceración. Al día siguiente, sigue el proceso...

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