martes, 5 de abril de 2011

EL LENGUAJE DE LOS PAJAROS: LOS TROVADORES

Los libros, las canciones, todo aquello que durante años vas leyendo y viendo y sintiendo, y que a veces piensas que nunca te servirán para nada práctico en Urbanilandia, adquieren sentido cuando te lanzas a la aventura vital de la autosuficiencia. Algunas lecturas y conocimientos son de orden práctico; otros son alimento para el alma. Y de este último os quiero hablar. Siempre me ha atraído la historia medieval, especialmente la Alta Edad Media. Hubo una vez, por aquellos tiempos, un lugar donde se hablaba la lengua de los pájaros: de las ocas, más concretamente. No, no es un cuento: el lugar y el tiempo existieron de verdad: el país era Occitánia, y se llamaba así porque se hablaba la lengua de las ocas, la llengua d´Oc. Fueron aquellos tiempos hermosos: florecía a ambos lados del Pirineo una cultura refinada, con cortes de amor capitaneadas por mujeres como Esclarmonda de Foix, Ermessenda de Castellbò, y muchas otras nobles damas que tenían por tarea volver más amoroso el mundo. Los cátaros predicaban el amor y la tolerancia, con los bonshomes y los perfectes. Todo fue bien, hasta que el fruto de ese mundo mediterráneo y culto fue demasiado tentador para Francia, Castilla y el Papado, que veían un potencial mundo hermoso que se les escapaba de las manos represoras del catolicismo de la época. Acabaron con él...pero esa es otra historia, fea historia. Nosotros nos quedaremos con el punto álgido de este magnífico país de los Pirineos, e intentaremos, en esta pequeña República de La Sisquella, revivirlo, como homenaje a lo que pudo ser.
El lenguaje de los pájaros...lo cantaban los trovadores. Curioso nombre, trovador: en castellano se puede traducir como encontrador. Por lo tanto, no es una persona que busca algo: lo ha encontrado ya. Y se encarga de explicarlo a todo el mundo que lo quiera oir. La sencillez de lo que se encuentra es tal, que queda explicado en estos versos, que no traduzco por dos razones: porque pienso que se entienden con un poco de buena voluntad, y porque están escritos en el lenguaje de los pájaros, en provenzal, la llengua d´Oc. Pueden no entenderse todas las palabras, pero el espíritu os llegará; es el joi d´amor, la alegría de vivir.


Tant ai mo cor ple de joya

Tot me desnatura.

Flor blanca, vermelh´e groya

Me par la frejura,

C´ab lo vent e ab la ploya

Me creis l´aventura,

Per que mos pretz mont´e poia

E mos chants melhura

Tan ai al cor d´amor

De joi e de dolçor

Que´l gels me sembla flor

e la neus verdura.

Bernat de Ventadorn

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ahí va otra con mi pobre traducción:

Vale de bien poco cantar
si no es desde el corazón
que sale el canto.
y el canto no saldrá del corazón
si no reside en un amor verdadero.
de modo que mi canto será excelente,
porque en el gozo del amor voy a poner
la boca, los ojos, el corazón y la mente.

Bernart de Ventadorm

Robin dijo...

Misterioso Anónimo, no oculto que me gustaría conocer tu identidad; porque tus hermosas palabras me agradan; pero por lo menos, guarda tu misterio esta noche, para que pueda imaginarte. (Esto es una pequeña corte de amor virtual...)

i dijo...

Preciosos versos y sencillos.
Pues lo simple es mas eterno y cercano al corazon.

Anónimo dijo...

...tanto hay en mi corazón
de amor,
de gozo y de dulzura
que los hielos me parecen flor
y la nieve, verde natura.


...y pensar que tienen casi novecientos años.

Robin dijo...

Aquí no hay nieve. Casi nunca. Yo he estado toda mi vida enamorada de los Pirineos; en ese hermosísimo lugar se puede entender el nacimiento de una cultura del amor como la que cantaban los trovadores. Pero yo, como los supervivientes de aquella nefasta cruzada albigense, he tenido que bajar al sur...y no sigo porque lloro.