Ayer hicimos una cosa que no debe hacerse. El horno que hemos construído debe estar al menos una semana secándose. Pero bueno, como estábamos contentos, decidimos hacer un mini-fueguecillo y asar unas patatitas con ajo y perejil y unos choricillos del pueblo. Salió buenísimo, y total, con cuatro ramillas de romero seco. Se ven venir gloriosas parrilladas de verdura asada y cabrito al horno (no serán Cástor y Póllux, por supuesto; o Cáster y Lapsus, como les llama mi marido, que no se acuerda de los estelares nombres de las criaturas).
2 comentarios:
Que buena pinta tiene la comida. Me a entrado un hambre. Y luego al decir cabritillo al horno, digo que raro que Robin, pero sigo leyendo a ya me estrañaba.
Un saludo.
impacients.... ;-)
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