Esta es la manera en que mi marido ha bautizado al vent de dalt, ese noroeste pertinaz que casi cada día, en un momento u otro, aparece por estos pagos. El idioma catalán es una lengua que se caracteriza por ser amorosa, tierna, con sonidos matizados, dominando las consonantes melódicas; es muy apropiado para su uso en temas amorosos. El castellano es un idioma serio, adusto y rotundo. Es por ello que la frase del título, que en catalán suena tan suave (para la gente que no conozca el catalán, esta frase suena tal y como se lee), en castellano suena algo más fuerte: el vientecito de los cojones.
De esta guisa me ha pillado mi marido, en un momento en que he recurrido a la cosmética para evitar que la piel se me estriara ya definitivamente de manera irreversible, a causa del vientecito de marras. ¡Hidratación, por favor!
1 comentario:
quan bufa Mestral al capdavant fa mal.
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