Continúa la precipitación. Nada demasiado espectacular, esa lluvia fina que va calando, pero efectiva, pues es absorbida por completo por esta tierra sedienta. Los vegetales se regeneran, huele a tomillo y a romero...
Algunas plantas, víctimas de seis meses de sequía, ya no se recuperarán. En los sitios de más solana, los romeros han quedado quemados, secos. En la umbría, brillan de nuevo anunciando su vigor recuperado.
Esperemos que el ciclo de la lluvia continúe, y que poco a poco volvamos a gozar de las humedades primordiales. Están tan bonitas las puntas con sus bufandas de niebla...
2 comentarios:
Robín , que alegría por fin llegó esa lluvia tan deseada y tan necesitada. Los campos lo agradeceran y la plantas darán las gracias con su verdor a frescura con el rocio de la mañana. Me encanta el olor a tierra mojada en otoño, es como un olor que me recuerda algo y no sé el qué . Puede ser algo de mi otra vida pasada , igual estaba en la tierra también ...... saludos y a poner leñita en la chimenea porque ya se nota la bajada de temperatura.
No lo sabes tú bien lo que nos estamos alegrando. Y sigue lloviendo, y para hoy anuncian más agua...las únicas que no parecen muy contentas son las cabras, a las que no les gusta en absoluto mojarse. Bueno, un poquito para todos...y todos contentos¡¡¡¡¡¡¡¡ya vendrá otra vez el solete.
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