viernes, 21 de enero de 2011

HOUSTON, RESOLVIMOS EL PROBLEMA

Ayer dejé en manos de mi marido el tema del receptor de satélite. Yo me dediqué al ordenador. Al cabo de bastante rato, le oigo entrar; me dice: pues ya funciona.
¿Cómo lo hizo? Pues se cansó, salió a la antena, la hizo girar varias veces sobre sí misma, la puso mirando a Cuenca, luego apretó varios botones del mando a distancia a la vez, un reset especial que lo borraba todo y ponía el aparato como salió de fábrica...y se hizo la luz.
Esto me recuerda que un ingeniero de la NASA explicó una vez que, por no se sabe qué razón, una sonda marciana se quedó atascada, y la parabólica que enviaba las señales a la Tierra no giraba. Estaban a punto de darla por perdida, cuando este ingeniero, por ERROR, le dió la orden al aparatillo de girar unas 100 veces más de la velocidad que debía hacerlo: el motorcillo se desatascó, y la antena pudo girar. En fin, a veces hay que dar un golpe en la mesa, y salga el sol por Antequera, o por donde quiera.

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