Aprovecho el paseo matutino para enseñaros algo más del paisaje de la zona. Hay toda una serie de formaciones rocosas dispersas, que son una caña. Bloques enormes de conglomerados aislados por las laderas, abrigos rocosos donde buscaron y encontraron refugios gentes antiguas...no muy lejos de aquí en línea recta (por carretera te puede dar un yuyu con las curvas que hay) está la Roca dels Moros de El Cogul, piedrón enorme con pinturas rupestres neolíticas. La gente, antes, cuando veía construcciones o pinturas antiguas, lo atribuían siempre a los moros, de ahí este nombre. No es descabellado pensar que por aquí anduviesen nuestros antepasados prehistóricos, dando la brasa ya en tiempos arcanos. Lo que pasa es que en esta zona, la gente aprovechó los abrigos rocosos como refugio de ganado y para ellos mismos, haciendo fuego, con lo que las piedras han quedado ennegrecidas. Algún que otro descuido a la hora de quemar rastrojos también ha contribuído a achicharrar las piedras. Si había algo pintado...arrivederchi. De todas maneras, es interesante meterse por las grietas y echar un vistazo, a ver si se encuentra algo...En una de las fotos está como referencia la gata Aina, que no se pierde una excursión arqueológica de ninguna de las maneras.
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