La naturaleza nos enseña que todo tiene un principio y un final. Se acabaron los pimientos y las berenjenas. Pero cuando la vida parece estar enterrada y no poder triunfar, surge con fuerza del mundo oscuro que la rodea y revienta con energía de savia nueva para atrapar en sus hojas el sol revitalizante: esta tarde hemos visto que ya están naciendo las semillas de habas que plantamos hace 16 días. Ahí están con su verde intenso, abriendo sus hojitas coriáceas. Mañana las regaremos: no necesitan mucha agua, pero agradecerán que la tierra se humedezca y las conforte.
Los revolucionarios ajos que pueden desenterrarse si la luna no les gusta, esta vez me han obedecido y se han quedado quietecitos. Pronto se verá salir su hoja, fuerte como una lanza, buscando la luz. Hasta San Juan del próximo año estarán creciendo.
Las espinacas empiezan a dejar atrás las dos hojitas embrionarias que tienen cuando germinan, y ya están creciendo sus hojas anchitas y verdísimas, que luego están tan buenas fritas con unos piñones y unas pasas, o bien en forma de crema, hecha con la leche de cabra. Mmmmm....
La vida explota aún cuando el sol va perdiendo fuerza y altura en el horizonte. No debemos engañarnos: parece que el mundo se va a acabar, el sol parece que quiere apagarse...pero las plantas nos indican que no, que esperemos pacientemente haciendo nuestro camino, creciendo día a día, porque cuando llegue el solsticio, allá por Navidad, el Sol Invictus de nuestros antepasados celtas renacerá, y con él la fuerza y el vigor de la luz.
No temamos a los tiempos oscuros. El renacer siempre retorna.
2 comentarios:
Jo, vaya muchas gracias!!! De verdad! No había podido entrar hasta ahora. Llega el jueves por la noche y todo se acelera para volver con la familia lo más rápido posible.
El sol, la luna, las plantas, la tierra, el agua...cosas que importan que poco a poco olvidamos.
Es muy gracioso porque por la zona de mi empresa hay bastantes jardincillos y yo siempre voy mirandolos y hay madroños, laureles, naranjos (si naranjos en Madrid), vides, hongos yesqueros, algún ciruelo y manzano bueno pues ¿Te puedes creer que hay gente que lleva trabajando en la empresa casi 50 años y que no lo sabía? Y gente que muchos son de pueblos que emigraron en los 60 y 70 y cuando llego y digo: "ya están a puntito las naranjas hay que venirse con una cesta" y me preguntan ¿Qué naranjas? Y les digo que a 20 metros de la oficina hay un naranjo me miran como diciendo "¿Pero tú no sabes que las naranjas crecen en el carrefur?" Señor que vida esta...
Pues cuidado, que las naranjas de los jardines suelen ser de una variedad amarga, pero más resistentes: te lo digo porque hay una calle en Barcelona que tiene naranjos. Yo un día, ni corta ni perezosa, cuando iba caminando, hecho mano y cojo una: la pelo, me meto un gajo en la boca: ¡ay mi madre! qué cosa más amarga¡¡¡¡Tuve que correr a buscar una fuente pública, y el sabor estuvo mucho rato rondándome. Por cierto, el martes en Madrid es fiesta, así que si tienes puente, ¡a disfrutar!
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