martes, 16 de noviembre de 2010

TOMATITOS DEL DIABLO


Con este inquietante nombre se conoce a la planta que crece a la entrada de mi finca, y que las cabras evitan cuidadosamente, al igual que a la ruda: los tomatitos del diablo pertenecen a la familia de las Solanáceas, como la patata y el tomate, pero son un poco chungos. Contienen unos principios muy activos que pueden causar serias alteraciones en el organismo. Estos frutillos son especialmente peligrosos para los niños, sobre todo si son urbanitas y no conocen las plantas silvestres (bueno, no conocen ni las cultivadas...), porque pueden confundirlos con alguna baya comestible. Las bayas producen lesiones al masticarlas, en la mucosa bucal y en la garganta. Es pariente de la belladona, a la cual se parece bastante; la belladona ya son palabras mayores, la ingestión de 3 o 4 de sus bayas basta para causar la muerte de un niño. En la foto, con buena voluntad y también buena vista, podéis distinguir dos bayitas verdes que están madurando. Yo no la arranco, ahí la dejo, que estaba aquí antes de que nosotros llegáramos.

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