Ahora ya sí es el momento de empezar en serio los preparativos para las siembras que se avecinan. Empezamos fangando un trozo de tierra en la que estaba plantado trigo, y que nuestras gallinas se han encargado de no dejar crecer, porque lo van picando, así que volteamos la tierra y aquí plantaremos, previo vallado, los tomates y los pimientos. El trigo servirá de abono verde, y quedará incorporado a la tierra.
A continuación, ya sin reserva ninguna, ponemos estiércol a discreción. Os aconsejo que visitéis el blog de Machingo, y comprobéis el tamaño de sus plantas de habas y de sus judías verdes. Parece que estés en la selva del Matogrosso, y el secreto de tal exuberancia nos lo explica él mismo. Echadle un vistazo, alucinaréis...
Por lo tanto, siguiendo su ejemplo, aparte de cubrir el trozo con la mitad del compost de nuestro montón, hemos añadido todo lo que hemos obtenido de la limpieza del corral, que vamos a sanear de cara al nacimiento de los cabritillos. Toda esta materia orgánica quedará aquí a sol y serena, hasta que lo labremos, hacia final del mes que viene. En un bancal de más arriba, prepararemos la tierra para plantar patatas, ya que a los jabalís no les gustan y no hay peligro de que se las coman.
1 comentario:
ya me estoy imaginando frigoles verdes en caldito de pollo perdon por los pollitos gue todo en tu finca sea verde para gue nos llege esperansas para estos lados yo boy a senbrar las semillas de calabasa de chiles silantro espinacas rabanos ya no boy a plantar gardin porgue ese no me lo puedo comer saludos
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