Esta madrugada a las 5.45 horas estaba yo fuera de la habitación, intentando situar el baile de planetas que por estas fechas aparece por el horizonte este poco antes del alba. Pero unas pertinaces nubecillas tocahuevos lo han impedido. Eso sí, no estaba sola: un madrugador o trasnochador ruiseñor cantaba en el bosque. Cuando me levanto antes de lo normal, aunque desayune fuerte, a la hora de comer tengo mucha hambre, así que hoy era el día ideal para ponerse morao de empanadillas. Son tan fáciles de hacer...la mejor pasta para prepararlas es la masa quebrada (200 gramos de harina, 100 gramos de mantequilla y 1 huevo, se mezcla, se amasa y se estira). A la masa estirada se le da forma de circulillos usando un molde, por ejemplo, una tapa de bote grande, y dentro se pone una cucharada del relleno que queramos. Hoy era un sofrito de cebolla y tomate, y una latita de atún. Se cierra la empanada, se sellan los bordes con un tenedor y se fríen. Han salido seis empanadillas bastante gorditas, que estaban tan, tan buenas...y tan baratitas...
1 comentario:
Realmente, ya se empieza a notar la mano en el horno.
Hacen una pinta......
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