Los seres humanoides tienen la prepotencia de pensar que ellos son los seres inteligentes de este planeta, y que por lo tanto, si alguna civilización extraterrestre quiere contactar con otros seres civilizados, obviamente escogerán al ínclito Homo sapiens. A la vista de cómo va el mundo, yo creo que no va por ahí la cosa. Además, como comentaba el otro día, el proyecto SETI de radiotelescopios se está desmantelando. Pero esta mañana, paseando, he visto esta planta maravillosa: es una Convolvulácea, una de esas campanillas o campanetes que pasan más o menos desapercibidas a los humanoides en sus paseos monteses, a no ser que seas un buscador. Es la Convolvulus lanuginosus. ¿Y qué vemos aquí? Pues unas magníficas antenas captadoras, que se orientan hacia el cielo, como si estuvieran recibiendo algún mensaje interestelar. Su geométrica forma pentagonal ya sugiere algo...su color blanco...parecen diseñadas expresamente para amplificar alguna señal...¡Ah...cómo me gustaría que, para aplastar la soberbia de especie que tienen los humanos, los extraterrestres que busca la NASA ya estuvieran en contacto...con la verdadera inteligencia del planeta! Pues de inteligencia y adaptación se puede hablar en el caso de las plantas, que viven del sol, de la tierra y del aire, y no necesitan tanta tontería como nosotros...la vida secreta de las plantas. Os aconsejo que os sentéis un ratito al lado de ellas...a ver si captáis algo.
miércoles, 4 de mayo de 2011
CAPTADORES INTERESTELARES
Los seres humanoides tienen la prepotencia de pensar que ellos son los seres inteligentes de este planeta, y que por lo tanto, si alguna civilización extraterrestre quiere contactar con otros seres civilizados, obviamente escogerán al ínclito Homo sapiens. A la vista de cómo va el mundo, yo creo que no va por ahí la cosa. Además, como comentaba el otro día, el proyecto SETI de radiotelescopios se está desmantelando. Pero esta mañana, paseando, he visto esta planta maravillosa: es una Convolvulácea, una de esas campanillas o campanetes que pasan más o menos desapercibidas a los humanoides en sus paseos monteses, a no ser que seas un buscador. Es la Convolvulus lanuginosus. ¿Y qué vemos aquí? Pues unas magníficas antenas captadoras, que se orientan hacia el cielo, como si estuvieran recibiendo algún mensaje interestelar. Su geométrica forma pentagonal ya sugiere algo...su color blanco...parecen diseñadas expresamente para amplificar alguna señal...¡Ah...cómo me gustaría que, para aplastar la soberbia de especie que tienen los humanos, los extraterrestres que busca la NASA ya estuvieran en contacto...con la verdadera inteligencia del planeta! Pues de inteligencia y adaptación se puede hablar en el caso de las plantas, que viven del sol, de la tierra y del aire, y no necesitan tanta tontería como nosotros...la vida secreta de las plantas. Os aconsejo que os sentéis un ratito al lado de ellas...a ver si captáis algo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Me encantan esas teorías, y si las plantes tienen un modo de comunicación interestelar basadas en la "sinopsis radiactiva" (no descubierta por el hombre, claro), con la que contillean con plantas de otro universo y hacen congresos de como ser mejor planta.
un saludo
Brillante!
No se si con muchos planetas de otras estrellas, al menos con la estrella común, el Sol, si la tienen. Y, seguramente, con mas astros. Y es que la luz... tiene sus magias.
La agricultura biodinámica ya experimenta con esos ritmos. Además de los de la Tierra misma.
Seguiremos avanzando. Y escuchando y percibiendo.
Como seres sensibles que somos.
Hermosísimas convolvuláceas. Las tengo en mi jardín, como Robin. Pero en variedad rosa, silvestres. Destacan entre los áloes varios y un diente de león magnífico, casi puro secano, las riego en ocasiones. Están de lujo. ;-).
Fijáos si las plantas pueden llegar a ser sensibles: el mismo día, planté unas matas de calabazas en el huerto: cerca de casa, cerca nuestro: han crecido fantásticamente. La misma especie, plantada en el bancal de arriba, con tierra de la misma calidad y regadas a la vez que las del huerto: no quieren crecer; de hecho, las voy a cambiar de sitio esta tarde: ¿por qué? Pues me he sentado a su lado esta mañana y lo he entendido: tienen miedo, pero ¿de qué? Pues están plantadas al pie del muro de piedra que reconstruyó mi marido, muro que estaba caído cuando compramos la finca: y parece que está algo combado, parece que no está muy afianzado. Las plantas tienen miedo de que el muro caiga y las aplaste. Haré fotos y las compararemos: las pondré en el bancal, al lado de las patatas; me juego algo a que en tres días se ve la diferencia.
Publicar un comentario