Cuando se tienen animales, hay que tener en cuenta que los árboles corren mucho peligro. Especialmente cuando son pequeñitos y tienen este jugoso aspecto. Y nosotros necesitamos sí o sí tener sombra alrededor de la casa. Y ha habido que construir un corral...¡para los árboles! Es la única manera de que las cabritas no puedan acceder a los tiernos retoños. Este corral protege unos chopillos que plantamos, cogidos del barranco, y una higuera y un fresno que nos trajeron Adam y Mika en macetas.
Es necesario generar una zona de sombra alrededor de las casitas, porque la verdad es que el sol está infernal, y queremos una zona de cubierta vegetal que matice los dolorosos rayos del astro rey, tan rabioso últimamente. Espero que los arbolitos crezcan rápido, porque sino, me da a mí que los veremos crecidos cuando estemos ya...criando malvas...
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