viernes, 17 de junio de 2011

EL CABALLITO PEQUE



Bueno, nos hemos quedado sin Tycho, pero la ilusión hace que encontremos nuevas aplicaciones para nuestro querido Peque. A falta de pan buenas son tortas, y si no hay cabalgadura, habrá cabralgadura. Peque es un bonachón que se lo deja hacer todo (aunque a veces se enfada un poco conmigo y me desafía si no está mi maridín cerca). No vayáis a pensar que me siento encima de él, sólamente hacemos la ficción de que cabalgamos por el prado. Hay que caminar rápido, porque empieza a coger velocidad y entonces tienes que correr y soltarlo. Sólo faltaría que la próxima bajada al médico fuera yo espatarrada y le tuviera que explicar que ha sido...por montar una cabra al galope...

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