Cuando vinieron Mika y Adam, nos trajeron provisiones para la despensa. Entre ellas, había un saquito con judiones seleccionados. Nos llamaron la atención, porque explicaba la información de la bolsa que habían sido cultivados en terrenos de estructura franco-limosa: ¿se adaptarían bien a esta tierra?
El primer paso era comprobar si estas criaturas conservaban el poder de germinación; ¿estarían vivas? Para probarlo, pusimos unas cuantas en remojo con agua toda la noche, y al día siguiente las plantamos en el huerto. Y sí, están vivas, porque como véis en la foto, han germinado. Así que hemos puesto en remojo todas las del saquito, y las vamos a plantar entre los maíces. Desde luego, ya hacen honor a su nombre, ya...pedazo de judiones...
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