jueves, 23 de junio de 2011

MISTERIO GLACIAR

Vigilando el huerto, para que los ratones no se coman nuestra cosecha...así está esta niña siamesa, hermosísima, sobre la malla que hace de cortavientos. Con los ojos azules, pero de un azul misterioso y frío, contempla lo que hacemos. Es cariñosa pero fría, como esas mujeres del norte que vuelven locos a los hombres del sur, rubias como el oro, esbeltas como juncos, con una sonrisa encantadora y labios rojos como el fuego...pero gélidas, capaces de provocar la caída y destrucción del macho ibérico, perdido ya para siempre en un mar de hielo azulado, en la indiferencia del amor que se sabe obtenido de antemano, y por lo tanto, más ajeno...como los ojos de la gata, que conoce su sublime belleza.

1 comentario:

Gregorio dijo...

Qué guapa!!!!