Los acontecimientos de los últimos días han llevado al resugir de los viejos ideales juveniles de la generación del mayo del 68. Suenan en las radios canciones de protesta, de ideales reivindicados con manifestaciones, con manos alzadas, con banderas, con persecuciones policiales...
Nuestros amigos los policías se emplean a fondo contra estas exuberancias juveniles. Siempre lo hicieron, y siempre lo harán. Es la mano armada del poder en cualquiera de sus formas, reprimiendo, pegando, haciendo daño. Qué vergüenza tan grande como ser humano siento cuando veo personas agrediendo a otras personas en nombre del orden establecido...
Lo más inquietante es saber qué tipo de personas pasan la selección para ser miembros de estos cuerpos de seguridad. No es por nada, pero hemos conocido varios elementos que habían presentado sus credenciales para entrar en el cuerpo de los Mossos de Escuadra...y lo peor del caso es que habían superado el psicotécnico. Pues que me perdonen, pero si el prototipo de policía es como los que conocimos, es decir, un armario ropero abierto rapado y con la mirada perdida, pupilas dilatadas y caminando como si debajo de los sobacos tuviera golondrinos...que Dios no pille confesados...y antes de que me caneen, que sí, que seguro que el 90% son personas válidas, generosas y con el ideal sublimado del servicio al prójimo y ayuda al desvalido...pero me temo que entre ellos, se les cuela algún elemento que se cree aquello de yo soy la justicia...y como dijo Terminator: Sayonara, baby...
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